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Probablemente no sea un secreto para nadie en tu familia y círculo de amigos: extrañas viajar. Echas de menos viajar a destinos lejanos. Enorme incluso. Sáltate unas vacaciones. jeje viaje mundial obligado a suspender o cancelar. Incluso los sueños y planes de largos viajes que querías realizar en los próximos años quedan aparcados indefinidamente. Nadie sabe cuánto tiempo el coronavirus mantendrá de rodillas al mundo de los viajes. Todos sabemos que extrañamos enormemente viajar a destinos lejanos. Wim Backx de la provincia belga de Flandes Oriental escribió un poema pegadizo al respecto y lo envió a través de nuestro contactpage.

Una carta a destinos lejanos

Estimado,

Echo de menos elegir.
Echo de menos la vacilación.
Echo de menos dudar.
Extraño pesar.
Echo de menos decidir.

Echo de menos mirar hacia delante.
Echo de menos las ganas.
Echo de menos imaginar.
Extraño prepararme.
Echo de menos la planificación.
Extraño las guías de viaje.
Extraño la emoción de finalmente viajar.

Extraño hacer las maletas.
Extraño la espera errante en el aeropuerto.
Echo de menos comprar el último (al menos por un tiempo) periódico.
Echo de menos hacer cola en el mostrador de facturación.
Echo de menos el desfile de tantos veraneantes.

Extraño volar.
Extraño despegar.
Extraño darme cuenta de que el viaje finalmente está comenzando.
Extraño la comida de avión.
Echo de menos elegir esa película.
Extraño dormir en ese asiento estrecho.
Echo de menos aterrizar.
Echo de menos darme cuenta de que he llegado.

Echo de menos la sensación incómoda.
Extraño poco a poco sentirme como en casa.
Echo de menos conocer una tierra previamente desconocida.
Echo de menos sumergirme.
Extraño mirar a mi alrededor.
Echo de menos las ganas de asimilarlo todo.
Echo de menos las impresiones.

Extraño los WOW.
Extraño a los AAAHHH.
Extraño los OOOHHH.
Extraño a los AIAIAI.

Echo de menos la maravilla.
Extraño la admiración.
Echo de menos la sorpresa.
Echo de menos la emoción.
Echo de menos sentirme profundamente conmovida.

Echo de menos la grandeza.
Echo de menos la inmensidad.
Echo de menos la belleza.
Echo de menos la inmensidad.

Extraño conocerte.
En las calles.
En los mercados.
En cuadrados.
En los cafés.
Echo de menos hablar.
Echo de menos reír.
Extraño esa conexión temporal.
Echo de menos escuchar.
A las historias.
A los sueños.
A las declaraciones.
Echo de menos hacer preguntas.
Echo de menos las respuestas.
Extraño los silencios a veces inesperados.

Echo de menos a otros viajeros.
Extraño a los compañeros de viaje.
Echo de menos intercambiar consejos.
Extraño experimentarlo juntos.
Extraño compartir una aventura.

Extraño los amaneceres.
Extraño los atardeceres.
Extraño las grandes maravillas del mundo.
Extraño las pequeñas maravillas del mundo.
Echo de menos la detención del tiempo.
Echo de menos esa repentina realización de que soy muy pequeña.
Echo de menos el asombro.
Echo de menos el respeto.
Extraño esa sensación de estar de pie en tiempos pasados.
Echo de menos darme cuenta de que solo soy un engranaje en el panorama general.

Echo de menos descubrir.
Echo de menos entender.
Echo de menos entender.
Echo de menos nuevos conocimientos.
Echo de menos otros ángulos.
Echo de menos el enfrentamiento.
Extraño los desafíos.
Echo de menos las diferencias.
Echo de menos los paralelos.
Extraño salir de mi zona de confort.

Extraño que se vuelva más silencioso al final.
Extraño irme.
Extraño irme.
Extraño la nostalgia por el país que nos vamos.
Echo de menos mirar atrás.
Extraño los recuerdos.
Echo de menos darme cuenta de que soy una persona más rica otra vez.
Echo de menos darme cuenta de que soy una persona más plena otra vez.

Extraño hacer nuevos planes.
Echo de menos elegir.

...

Lo extraño.
Extraño esos continentes.
Esos continentes lejanos.
Esos otros continentes.
Lo extraño.
Enorme.

Autor: Win Backx
Fuente: Carta a destinos lejanos

Wereldreizigers.nl

Mientras lees el poema, te atraviesan todo tipo de emociones. Por eso no queríamos ocultarles este hermoso poema. Echas de menos viajar a destinos lejanos. Es un sentimiento horrible. No eres el único. Esperar. Mientras dure, busca viajes seguros cerca de casa. Ahorra dinero y prepárate física y mentalmente para el día en que el coronavirus vuelva a estar bajo control. Aunque parezca tan lejano ahora, ese día llegará. En realidad.

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